Tata

La ciudad pequeña conocida por sus lugares históricos y sus lagos de gran superficie da un ambiente romántico con su castillo a la orilla del lago y con sus parques con flores. El castillo vigilaba antes el camino que conectaba Buda con Viena y con Europa. Hoy no cumple ya esta tarea pero desde el punto de vista del tráfico su ubicación es muy afortunada.

Incluso podemos decir que el viajero que se encuentra con esta ciudad en su camino él es afortunado. Los habitantes de Brigetio, que era una de las ciudades militares y burguesas más importantes del Imperio Romano,conducían los aguas de las fuentas a sus casas. En el siglo XI los benedictinos construyeron un monasterio en la valle pantanosa y la ciudad recibió su nombre por el nombre del fundador de la abadía benedictina, Tadeus.

Según la Cronica Medieval Ilsutrada proviene el nombre de otro lugar. Según ella el fundador del estado húngaro, San Esteban no llamaba a su padrino, al conde sauseverino Deodatus por su nombre sino le decía „tata” por amabilidad. Deodatus fundó un monasterio en Tata pero eso llegó a ser el nombre de la ciudad Tata.

El Lago Viejo (Öreg-tó)

Después de vaciar los pantanos establecieron el lago en los tiempos del rey Segismundo con hinchar el arroyo Altal. En el lago en verano se puede hacer excursiones en barcos, y también se puede ir a la playa, y alrededor de él se encuentra un paseo también. Durante nuestro recorrido encontramos recuerdos históricos: molinos de agua del siglo XIII, el castillo de Tata y el castillo de Eszterházy.

Según la leyenda cuando atacó Tata el enemigo un sacerdote para salvar su vida reveló donde estaba enterrado el tesoro de la iglesia. Los alrededores del lago se convirtieron un lago sin fondo tras el primer azadazo, así tomó su origen el lago de Tata.

El castillo de Tata

Lo contruyó István Lackffy sobre un trozo de piedra rodeado con agua y pantanos en la seguna mitad del siglo XIV. Probablemente era un edificio que se conectaba con la torre oriental y tenía una forma de L originalmente. Cuando el rey Segismundo Luxemburgi consigió el castillo hizo ejecutar a los Lackfyy con acusación de infidelidad. Convirtió la fortaleza en un castillo grande de estilo renacentista con cuatro torres en las esquinas en el que fue establecida una capilla también. Lo arregló con lujo y así recibía a sus huéspedes extranjeros, al rey polaco, a los nobles alemanes y al monarca serbio también.

El rey Matias estableció un claustro de dos plantas en el edificio y construyó una terraza también en su lado que estaba justo al lago. Sabemos de las historias de la época que las selvas de los alrededores del castillo eran ricos de silvestres, y los lagos estaban llenos de lucios y carpas. Por la proporción de las grandes salas de estar y comedores podemos deducir que el castillo servía también como residencia veraniega.

Uno de los objetos más preciosos del museo de aquí es la máscara blindada y la estufa de forma caballero que fue encontrada alá mismo. Los cuatro bastiones del castillo están salvos hasta hoy día, alrededor de ellos se alargan cisternas llenas de agua y sobre él se halla una puente también. Sólo la ala meridional es la que se quedó salva del palacio interior, de las cuatro torres en las esquinas hay ya se encuentra sólo una.

El castillo Esterházy

El edificio de estilo barroco tardío, que es la obra de Jakab Fellner con torres de esquina, se contruyó entre 1764 y 1769. Pasaron varios personajes históricos famosos por el castillo como por ejemplo el rey húngaro I.Francisco o el césar alemán I.Vilmos. El jardín del castillo promete un paseo romántico con su hilera de árboles, ruina de castillo y con los molinos de agua al lado de los arroyos.

La Torre de Reloj

Llegando a la ciudad por la vía mayor en la plaza Országgyűlés podemos ver la Torre de Reloj que está cubierta con teja de madera y fue preparada exlusivamente de madera en 1763 por el maestro carpintero József Éder, según los planes de Jakab Fellner. La Torre de Reloj suena cinco minutos antes de cada hora entera.